En 1997 Atenas fue designada sede de los Juegos Olímpicos a celebrarse en 2004. El gobierno griego se apresuró a poner a punto las instalaciones deportivas para el gran acontecimiento, proceso que se encareció cuando los atentados del 11 de septiembre de 2011 hicieron imperioso añadir medidas extremas de seguridad. El gasto fue enorme. Tanto que hay quienes achacan a ese desembolso gran parte de la responsabilidad de la crisis que tiene a Grecia hundida en la miseria… Pasado el evento, las instalaciones olímpicas quedaron abandonadas, convertidas en basureros. Son las nuevas ruinas helénicas.

La salida de Grecia de la Eurozona ocasionaría daños considerables tanto para el país como para la Unión Europea. Se trataría de un juego de suma cero, en el que nadie gana y todos pierden. Aunque los estatutos de la UE no prevén la expulsión de un país miembro, hay indicios de que se pretende forzar a Grecia para que solicite su exclusión. Detrás de estas maniobras, denuncia Sofia Sakorafa, del partido de izquierda Syriza, está Wolfgang Schäuble, ministro alemán de Finanzas, quien cada vez que abre la boca para manifestarse al respecto causa una nueva catástrofe.

(Artículo publicado en la edición del 9 de Junio de 2012 de la revista PROCESO)