Noruega: la luz del norte. Por Vanessa Farfán

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Vanessa Farfan BW2Aunque los países nórdicos han sido siempre para mí un lugar muy lejano, me había prometido que los visitaría en algún momento de mi vida. Nunca imaginé que esto podría suceder tan rápido y que el resultado de mi viaje sería una de las experiencias artísticas más interesantes que he tenido.

Lo extremo suele ser cautivador. Es el caso de los dramáticos contrastes de luz y sombra que produce un sol moviéndose en la línea del horizonte, y los paisajes en blanco y negro que se esconden en los valles nevados noruegos.

Las horas de luz en invierno de este lado del planeta son muy reducidas. Sin despertador es difícil levantarse antes de las 9:00 de la mañana, hora en la que suele asomarse el sol. El impulso natural de volver a la cama, dada la oscuridad, comienza alrededor de las 16:00 horas. De este lado del mundo, y en esta época del año, el sol sólo se distingue de la luna por la hora en que es avistado, ambos astros se igualan en tamaño y color: se vuelven almas gemelas.

Fue en esas tierras nevadas de paisajes monocromáticos, y en medio de un proyecto artístico, que conocí a la norteamericana Lisa Pacini. De padre colombiano y nacida en Estados Unidos, esta artista se mudó a Oslo hace ya varios años. Uno de sus proyectos más ambiciosos, iniciado en el 2012 al lado de la artista sueca Christine Istad (con la que trabaja desde hace cuatro años), fue llevar el sol a Tromso, ciudad al norte de Noruega, famosa por sus espectaculares auroras boreales y donde la escasez de luz solar es parte de la vida cotidiana.

La obra de Lisa Pacini y Christine Istad, titulada Traveling Sun, consta de una escultura de 3 metros de diámetro –formada por una estructura circular de aluminio y una membrana de PVC—, iluminada en la parte posterior con ledes o diodos de luz (LEDs) que cambian de color en un rango de tonos cálidos: rosa, rojo, amarillo y blanco. La estructura es montada y transportada en una plataforma de carga jalada por un automóvil. Hasta ahora ha recorrido más de siete mil kilómetros.

La luz como elemento, y el sol como símbolo, han sido empleados en el arte por numerosos artistas. Tal es el caso del artista Danés Olafur Eliasson y su instalación The weather Project para la Tate Gallery en el 2003 (Ver aquí) o el del artista norteamericano James Turrell (Ver aquí).

En el caso de Traveling Sun se trata de una obra cuyo objetivo no es el de congregar a la gente para vivir una experiencia sensorial en un lugar cerrado. En este caso “El sol”, como elemento itinerante, se vuelve un elemento en el paisaje con el que los espectadores son confrontados por accidente en su entorno cotidiano. Aunque el transporte y la documentación de la escultura por las oscuras calles y autopistas de Noruega es la parte más importante del proyecto, en algunas ocasiones la escultura ha sido colocada de manera temporal sobre fachadas de edificios y puentes.

“La reacción de la gente como consecuencia de ver pasear el sol por las oscuras ciudades del norte del país es en muchas ocasiones conmovedora”, cuenta Pacini.

El próximo año, Istad y Pacini planean montar la instalación en un ferry que va de Noruega a Islandia.

Traveling Sun puede ser visitada hasta el 1 de Marzo del 2015 en El Centro de Artes Henie Onstad. Sonja Henies Vei 31. 1311 Høvikodden. Aquí puedes consultar la exhibición del proyecto y aquí puedes ver una plática con las autoras.