DEL ARCHIVO FOX: Narcoterrorismo

WASHINGTON/BRUSELAS.- Las acciones del gobierno de Vicente Fox contra el narcotráfico no han surtido efecto: México permanece como el principal proveedor de drogas de Estados Unidos, y como corredor de los estupefacientes que vienen de Centro y Sudamérica, donde operan las cada vez más violentas mafias mexicanas.

(Artículo publicado en coautoría con Jesús Esquivel, corresponsal en Washington, en la edición del 5 de Noviembre de 2006 de la revista PROCESO)

Así lo plantea un informe del gobierno de Washington entregado para su estudio al Grupo de Dublín, un organismo internacional que analiza los problemas ligados al narcotráfico mundial y que está integrado por Estados Unidos, los 25 países de la Unión Europea (UE), Canadá, Australia, Japón y Noruega, además de la Comisión Europea y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Otro informe elaborado por el Congreso estadunidense es todavía más crítico. Señala que el fracaso del gobierno de México en la lucha contra el narcotráfico ha provocado que las organizaciones del crimen organizado se hayan convertido en una especie de otro Estado dentro de México, que amenazan la seguridad de la frontera sur de Estados Unidos. Además, vincula a los cárteles de la droga con el tráfico de personas y advierte sobre la eventual infiltración de terroristas hacia Estados Unidos por la frontera con México.

El documento se titula Una línea blanca en la arena y fue elaborado por órdenes del Comité de Seguridad Interior y del Subcomité de la Cámara de Representantes. Consta de 40 páginas y está basado en datos y análisis proporcionados por agencias federales como la DEA, la CIA, el FBI, así como en investigaciones realizadas durante seis meses en la frontera que comparten México y Estados Unidos.

Advierte: “La región fronteriza entre México y texas ha experimentado un aumento alarmante de las actividades criminales de los cárteles de la droga (…) Hay organizaciones violentísimas que tienen armas de tipo militar y ejecutan a personas con métodos muy crueles como la decapitación”.

Estos cárteles “se han constituido en una especie de Estado con capacidad de uso de redes de inteligencia, armas y equipos de comunicación que son un reto para la Patrulla Fronteriza y las agencias locales encargadas de aplicar la ley”. Sostiene que incluso “son capaces de anular las codificaciones de los radios (de comunicación) tanto de la Patrulla Fronteriza como de los sheriffs”.

Incluso, en competencia directa con la CIA y el FBI, los cárteles de la droga “no sólo son más violentos, más poderosos y bien financiados, sino que están profundamente involucrados en la recolección de información de inteligencia en ambos lados de la frontera “. utilizan vigilantes apostados en las montañas, quienes con poderosos binoculares y radios codificados “guían a los traficantes y eluden a los agentes de la Patrulla Fronteriza y de otras agencias que operan en la zona”.

Reconoce: “El personal de las agencias federales (estadunidenses) posee armas inadecuadas y obsoletas en comparación con las que usan los cárteles de la droga”. por ello, pide al gobierno del presidente George W. Bush que modernice la tecnología de espionaje, incremente la capacidad del personal y mejore el armamento de sus agencias federales.

El informe del Congreso estadunidense sostiene que los cárteles mexicanos de la droga han extendido sus actividades al tráfico de personas hacia Estados Unidos. Advierte que ello implica “una permanente amenaza de infiltración terrorista”, pues muchos inmigrantes indocumentados que ha detenido la Patrulla fronteriza provienen de países de “interés especial”, como clasifica Washington a naciones que, a su decir, patrocinan a organizaciones terroristas o brindan refugio a sus militantes. Son los casos de Irán, Jordania, líbano, Siria, Afganistán, Egipto, Arabia Saudita, Kuwait y Pakistán, entre otros países.

Ofrece datos: “Durante el año fiscal 2005 (que concluyó el pasado 30 de septiembre), la Patrulla Fronteriza arrestó aproximadamente a 1 millón 200 mil extranjeros indocumentados. De ellos, 165 mil eran de otros países distintos a México, y del total de extranjeros que no eran mexicanos, aproximadamente 650 eran de países de ‘interés especial'”.

Y apunta que Los Zetas –“ejército privado” del Cártel del Golfo encabezado por Osiel Cárdenas Guillén– “han participado en el tráfico de extranjeros procedentes de ‘países de interés especial'”.

Para apuntalar su señalamiento de “infiltración terrorista” por la frontera con México, el informe refiere tres casos:

El del 8 de septiembre de 2004, agentes de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) arrestaron a Neeran Zaia y Basima Sesi, líderes de una red de tráfico de personas de varios países del Medio Oriente. El 1 de marzo de 2005, el libanés Mahmoud Youssef Kourani se declaró culpable de prover material de apoyo a Hezbollah y de ser un inmigrante indocumentado que ingresó a Estados Unidos a través del territorio mexicano, gracias al apoyo que recibió de un funcionario de ese país por medio de cohecho.

“Desde el 11 de septiembre de 2001, el Departamento de Seguridad Interior ha reportado que en la frontera entre México y texas han aumentado en 41% los arrestos de extranjeros procedentes de ‘países de interés especial'”, añade el documento.

Radiografía

En el informe del gobierno de Washington entregado al Grupo de Dublín se afirma: “México continúa siendo el país más importante en el tránsito de la cocaína que entra a Estados Unidos procedente de Sudamérica (90%), y se mantiene como uno de los mayores abastecedores de mariguana, heroína y metanfetaminas”.

Este documento –de 30 páginas redactado en un lenguaje diplomático– reconoce que México ha arrestado a “numerosos” traficantes de drogas como parte de “sólidos esfuerzos” para desmantelar los cárteles del narco. Sin embargo, advierte: “Mientras las autoridades mexicanas han arrestado a varios lugartenientes y operadores financieros, como Ricardo García Urquiza, no han ocurrido capturas de jefes importantes como Osiel Cárdenas, quien fue detenido en 2004”.

El informe –clasificado con el número de registro 6066/06 en los archivos del Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE)– señala que por México pasa la mayor parte del tráfico de anfetaminas que llegan a Texas, Arizona y California. La cocaína es introducida a México por ruta marítima y transportada por vía terrestre hacia Estados Unidos. La heroína se trafica por todo México y Centroamérica a través de cargamentos aéreos, servicios poostales y mensajería.

Asegura que casi 1 millón de mexicanos consumen drogas ilícitas, en primer lugar mariguana, seguida de la cocaína y los inhalantes, y que mientras el consumo crece en la parte centro y norte del país, en el sur ha bajado “significativamente”.

“Las tasas más altas de prevalencia se dieron en dos ciudades fronterizas con Estados Unidos, Tijuana y Ciudad Juárez, y en las dos principales ciudades del país, el Distrito Federal y Guadalajara”, manifiesta el informe.

En 2005, Estados Unidos apoyó la política antidrogas de México con 40 millones de dólares. también impartió un curso , a través de su embajada, a los futuros agentes de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), los cuales pasan por las aulas del Instituto de Capacitación (Icap) de la policía mexicana.

En el informe, Washington elogia a Francia por la cooperación que sostiene con la AFI y la Policía Federal Preventiva (PFP); a Alemania por la creación de un registro de información y el fortalecimiento del estado de derecho, y a Holanda por su cooperación con México en el campo de los percursores químicos.

Se declara a favor de continuar con las operaciones internacionales Topaz –contra el anhídrido acético que se usa para la preparación de la heroína– y Purple –contra el permanganato de potasio, un componente de la cocaína–, así como PRISM –para impedir la venta de químicos y equipo destinados a la manufactura de dogas sintéticas.