México-UE: mismas promesas

BRUSELAS.– El Tercer Foro de Diálogo entre la sociedad civil y las instituciones de gobierno de México y la Unión Europea (UE) –que tuvo lugar en esta capital el 13 y 14 de noviembre de 2008–, concluyó con la misma promesa que hicieron las autoridades en los foros de 2002 y 2005: “darle seguimiento” a las propuestas de los representantes de la sociedad civil, que buscan garantizar la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones del Acuerdo de Asociación Económica, Diálogo Político y Cooperación entre México y la UE, que entró en vigor el 1 de julio de 2000.
Peor aún: ni en las intervenciones oficiales, ni en el comunicado conjunto del gobierno mexicano y la Comisión Europea, se hace mención a la propuesta de crear un Observatorio Social y un Comité Consultivo Mixto, que vigilarían que se respetara el medio ambiente y se cumplieran los derechos humanos y económicos en el marco del tratado bilateral.

Tal propuesta la entregaron por escrito a la Comisión Europea y a los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón –en abril de 2003 y una nueva versión en octubre de 2007– las organizaciones Iniciativa de Copenhague para América Central y México (CIFCA) y la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (Rmalc).

El 26 de noviembre de 2002, al término del primer foro de diálogo, Porfirio Muñoz Ledo y Francisco Da Câmara, entonces embajador de México ante la UE y director para América Latina de la Comisión Europea, respectivamente, prometieron “analizar” y dar “una próxima respuesta” a esas iniciativas de la sociedad civil, según consta en la memoria oficial del encuentro y en la prensa mexicana (Proceso 1629).

El pasado 13 de noviembre, como si se tratara del primer foro, Joao Aguiar Machado, director general adjunto del Departamento de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea, dijo a más de 100 representantes de la sociedad civil reunidos en el acto de inauguración del tercer foro: “Esta es su oportunidad para discutir y transmitirnos sus ideas, y es nuestra oportunidad para escucharlas y darles seguimiento (…) Las autoridades nos embarcaremos en un rigoroso análisis de sus recomendaciones, y exploraremos como podemos canalizarlas en una relación oficial”.

Al día siguiente, la Comisión Europea y el gobierno de Felipe Calderón, al que representó la embajadora ante la UE, Sandra Fuentes-Beráin, abordaron sus compromisos –la realización en 2009 de una reunión preparatoria del cuarto foro, y la “apertura de espacios de diálogo” en México y Europa con sus respectivas sociedades civiles– en un comunicado conjunto, redactado con un lenguaje en extremo vago y precavido.

El documento dice: “Se llegó a un consenso sobre la necesidad de institucionalizar el foro de diálogo de forma bianual e intensificar las reuniones preparatorias de cara a los encuentros, así como de reflexionar sobre los futuros mecanismos de concertación posibles”.

El mismo 14 de noviembre, en rueda de prensa, Gérard Karlshausen, el responsable político para México de CIFCA, la ong europea más activa en los foros, expuso que éstos “no valen la pena” si lo que ahí se discute “no tiene impacto en la toma de decisiones del tratado” México-UE

Y advirtió: “Si en los próximos meses no pasa nada, enviaremos una primera carta de protesta a las autoridades; luego una segunda, con fecha certificada; la tercera que mandemos será para despedirnos”.
Hartazgo

Las autoridades no mencionaron nada sobre las propuestas que habían presentado hace seis años, como la creación de un Observatorio Social y de un Comité Consultivo Mixto, que serían órganos independientes pero reconocidos y financiados por la UE y el gobierno mexicano, se le plantea a Karlshausen en una entrevista con APRO realizada el pasado 26 de noviembre.

–Temíamos que eso pasara Las autoridades se llevaron nuestras propuestas después de los dos primeros foros, pero ni el gobierno mexicano, ni la Comisión Europea, les dieron seguimiento En el segundo foro –que se realizó en la Ciudad de México del 28 de febrero al 1 de marzo de 2005– habíamos tenido una interlocución bastante formal con las autoridades. Sin embargo, ésta desembocó en una promesa vaga y ligera de llevar nuestras propuestas al Consejo Conjunto, el órgano de decisión entre gobiernos del tratado bilateral que se reúne una vez al año. En las conclusiones de tales reuniones solo dicen en una línea que hay que seguir explorando formas para institucionalizar el diálogo. Y no se hizo nada más. Por eso decidimos asistir al tercer foro pensando que sería el último para nosotros en caso de que no saliera algo más preciso.

“En el tercer foro, las autoridades nos prometieron organizar espacios en los que dialogaremos con ellas. Hay plazos y planes para seguir discutiendo hacia el cuarto foro que tendrá lugar dentro de dos años en México. Los compromisos son más precisos. Sin embargo, también es verdad que, después del segundo foro, tuvimos que escribir al Departamento de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea (Relex) y al secretariado del Consejo de la UE –que representa a los 27 gobiernos nacionales de la UE– para que agilizaran las cosas. Les escribimos tres o cuatro veces para que realmente le dieran seguimiento al foro Y no lo hicieron”.

Abunda: “En los próximos meses veremos si los espacios que las autoridades prometieron en México y en Europa se van a construir. También está previsto organizar una reunión intermedia para el año entrante, en la que continuaremos discutiendo los temas de cooperación, diálogo político, derechos humanos y comercio. No obstante, temo que demorará mucho más tiempo que estos mecanismos se institucionalicen de manera oficial”.

–Usted advirtió que dirán “adiós” al foro si las autoridades no cumplen con lo prometido ¿En qué momento concreto tomarán esa opción?

–A comienzos del año próximo hay que tomar dos decisiones. Por un lado, la preparación y programación de esta reunión preparatoria del cuarto foro. En ese momento, podemos evaluar si hay voluntad de las autoridades para que se realice. Por otro lado, también acordamos la creación de espacios de diálogo en México y Europa para seguir profundizando varios temas. Si llegamos al verano próximo sin una reunión preparatoria, y sin espacios de diálogo, ahí sí vamos a tener verdaderamente problemas.

–¿Qué clase de problemas?

–Vamos a cambiar de estrategia. En el mundo actual de la sociedad civil hay dos tendencias: una es tratar de construir instrumentos de diálogo con las autoridades, y ahí se inscriben los foros; la otra es ejercer una dinámica más crítica, como lo hace la red global Enlazando Alternativas, en la cual participan bastantes mexicanos. Esta red tiene una visión más crítica de las políticas europeas hacia Latinoamérica. Aunque nosotros pertenecemos a esta red, también planteamos la necesidad de dialogar. Pero si esto es inútil, vamos a tener que realizar protestas más claras, utilizando todos los medios democráticos y pacíficos que existen. Eso se lo hemos planteado a la gente de la Comisión Europea, y no quieren que esto suceda: saben que, sin diálogo, van a encontrar una sociedad civil mucho más agitada. Nosotros queremos seguir con la propuesta y la protesta. Pero si muere una, seguiremos con la otra”.

Monopolio del diálogo

Diversas ong`s europeas de derechos humanos y temas de desarrollo que participaron en el foro, acusaron al Comité Económico y Social Europeo (CESE) de obstaculizar y querer monopolizar el diálogo con las autoridades y las ong`s mexicanas.

Creado en 1957, el CESE lo componen 344 miembros que representan a diversos grupos de interés de la sociedad civil europea, principalmente sindicatos y federaciones empresariales de los 27 países de la UE. Los tratados constitutivos de la UE estipulan que el CESE goza de la representación oficial de la sociedad civil europea, pero no tiene voto en las acciones de la UE.

Organizaciones como CIFCA, Oxfam, Amnistía Internacional o la Federación Internacional de Derechos Humanos, activas en los foros de diálogo, no se consideran representadas por el CESE, al que ven como una institución “cerrada” y “anticuada”.

En la entrevista con Apro, Karlshausen acusa que la realización del tercer foro se retrasó un año por culpa de los representantes del CESE, que aplazaron varias veces un viaje a México para hacer consultas con las autoridades y las ONG mexicanas.

“Nuestras propuestas para institucionalizar el diálogo son difíciles de concretizar, ya que el CESE se opone a la creación del Comité Consultivo Mixto, el cual estaría abierto a una mayor participación de la sociedad civil europea. Sus representantes plantearon durante el foro que el CESE es el único representante de la sociedad civil europea. Entre el segundo y el tercer foro, nosotros pedimos muchas veces reunirnos con el CESE y la Comisión Europea, para juntos tratar de llegar al tercer foro con propuestas más consensuadas. Pero no se logró. Tuvimos nada más una pequeña cita, unos pocos días antes del foro, que no cambió nada. Llegamos al tercer foro como salimos del segundo.

–José María Zufiaur, el representante del CESE en el foro, dijo que, mientras no cambiaran los tratados, el CESE continuará siendo el único organismo que represente a la sociedad civil europea frente a la mexicana. ¿Qué pueden hacer ustedes frente a ese argumento legal?, se le pregunta al activista de nacionalidad belga.
–En el marco estricto del tratado con México, tiene razón. Pero el tratado no dice que no podamos organizar otros espacios de diálogo y consulta, donde estén el CESE y otras organizaciones europeas. Lo que ocurre es que el CESE quiere ser el único interlocutor oficial. Eso no impide que busquemos espacios comunes para que el CESE lleve nuestras propuestas a las reuniones oficiales, o que busquemos mecanismos de colaboración que nos permitan influenciar sus posiciones. Queremos que el CESE nos tome en cuenta también, que organice grupos de trabajo mixtos en los que podamos participar nosotros.

–Pero eso dependerá de la voluntad del CESE…

–Ese organismo se está dando cuenta que no puede seguir con una postura totalmente cerrada. Un oficial me comentó que los asistentes del CESE fueron los que salieron más decepcionados del foro. Entiendo que no quieran romper la silla donde están sentados: nunca van a decir que no son los únicos representantes Nosotros aceptamos eso, pero les decimos: si ustedes quieren seguir sentados en esa silla, tienen que aceptar una interlocución con nosotros. En caso contrario, vamos a seguir presionando en Europa, y con nuestras contrapartes en México, para obtener esos espacios”.

(Artículo publicado el 12 de Diciembre de 2008 en la sección Prisma Internacional de la Agencia PROCESO)