En 1997 Atenas fue designada sede de los Juegos Olímpicos a celebrarse en 2004. El gobierno griego se apresuró a poner a punto las instalaciones deportivas para el gran acontecimiento, proceso que se encareció cuando los atentados del 11 de septiembre de 2011 hicieron imperioso añadir medidas extremas de seguridad. El gasto fue enorme. Tanto que hay quienes achacan a ese desembolso gran parte de la responsabilidad de la crisis que tiene a Grecia hundida en la miseria… Pasado el evento, las instalaciones olímpicas quedaron abandonadas, convertidas en basureros. Son las nuevas ruinas helénicas.